User:Rcalandria

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En toda valoración inmobiliaria, intervienen distintos elementos de juicio que nos llevan a preguntarnos: ¿Podría considerarse la vivienda como una entelequia? Primero definamos los términos; una vivienda es según el Diccionario de la Real Academia Española. Del latín vivenda, de vivĕre, vivir. 1. Lugar cerrado y cubierto construido para ser habitado por personas. 2. Género de vida o modo de vivir. Definición precisa, sin nada más que agregarle, pero esta definición, desde el punto de vista de la valuación, o de la tarea de aquel que debe trabajar reparándola, etc.; no tiene nada de efectiva, ni de dramática. Y menos aún desde el punto de vista del que tiene que VIVIR, y debe pagar por ella. Imaginemos por un momento una vivienda. La visión más normal de la vivienda, la que primero brota en nuestra cabeza, es: esa casita de ensueños, o nuestra casa con todos sus defectos, o la que vimos en una revista, o la que el otro día tuvimos que informar un precio, etc. Cualquier visión que de ella tengamos, es como una cosa irreal, ya que la vemos como única, sacada de su lugar, en determinado momento, sin una ubicación precisa, sin entender el porque esa casa que se refleja en nuestra mente es la que inmediatamente relacionamos con vivienda. Abstrayéndola completamente de su contexto. Pero una vivienda es aún más que eso, dentro de nuestra concepción, de nuestra idea, de nuestras creencias, de nuestra felicidad, de nuestros trabajos, de nuestra identidad, etc. es mucho más. Es donde nos desarrollamos, encontramos consuelo, disfrutamos, nos peleamos, criamos a los niños, donde… podría haber una cantidad indeterminada de elementos emocionales, que se conjugan en ese término de vivienda. Por ello definiremos una vivienda como: “lugar, donde el ser humano desarrolla su vida, emocional social y física, encontrando protección, y puede cobijar a sus seres queridos, identificado en un entorno y, en un tiempo preciso”. Para definir el término entelequia, recurrimos al Diccionario de la Real Academia Española. Del latín entelechĭa, y este del griego ἐντελέχεια, realidad plena alcanzada por algo. 1. En la filosofía de Aristóteles, fin u objetivo de una actividad que la completa y la perfecciona. 2. Cosa irreal. Se refiere a la unidad como concepto único y abstracto, independientemente del objeto que represente. O sea aquello que es filosóficamente perfecto pero que en la realidad no existe. Un ejemplo de ¿entelequia? - una semilla respecto al grandioso árbol en que naturalmente habrá de desarrollarse, maderas cortadas respecto del fabuloso mueble armado, etc. Podríamos preguntarnos ahora: ¿Qué tienen en común o como están relacionados las palabras vivienda, con el vocablo o la expresión “entelequia”? Y aquí es donde entramos en un panegírico relato de interrelacionar ambos. Ya que de una manera u otra, al hablar de vivienda no podemos hacerlo; sustraído de todo elemento ajeno que la compone de forma inmaterial. Entonces tenemos que concluir que la vivienda es mucho más que un simple “lugar cerrado y cubierto construido para ser habitado por personas” La "cosa en si" desde la visión aristotélica se refiere a la cosa aislada de sus relaciones con otro objeto/sujeto. Así vemos como el desapoderar a la finca, casa, inmueble, de todo lo relacionado con el hombre, nos permitiría obtener un valor sin influencia humana, cosa, que a mi entender es por su naturaleza imposible. Y amplio un poco más el punto. Digamos: ¿Quién es el encargado de asignar un valor a una propiedad? Es una persona, la que debe asignarlo, por lo tanto, está influenciado, por sus vivencias personales, por sus gustos, por su idiosincrasia, y por una realidad de mercado que es única. Y simplemente excepcional. Sino estaríamos entonces frente al frío cálculo de costo de materiales que debe hacer un constructor frente a los planos de un arquitecto. Entonces, como debemos estudiar ese acto único de valuación, ya no como un acto puramente científico, matemático. Sino como la más pura de las relaciones humanas. Por lo tanto jamás como en cualquier otro acto humano podemos abstraernos de opinar y de ajustar nuestros sentidos, a una inmaculada y pura objetividad. Además dentro de los sistemas de desarrollo humano, debemos de considerar que las etapas evolutivas de las ciudades, necesidades, y existencia, que también depende de nosotros, por lo tanto, los valores van a ser cambiantes al extremo tal, de que muchas veces, no podamos racionalizar los mismos. Entonces debemos entender que una vivienda jamás puede ser entendida como una entelequia, por lo tanto, ésta debe relacionarse con todos los factores que se interrelacionan con ella, como ser: el material o lo físico en sí, arte, espacio, ubicación, servicios, moda, necesidad, regulaciones municipales, entorno, ventilación, iluminación, cercanías a espacios públicos, transporte, accesos, etc. Pero y determinantemente relacionada con el mercado.

Prof. Raúl CALANDRIA Montevideo-URUGUAY