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Español: Huarte Mugueta Quintín. Villaveta, Navarra 21-XII-1906, Pamplona, 13-V-1989. Fundador de la Congregación de Esclavas Misioneras de Jesús.

Nació en un hogar muy cristiano, religioso y practicante. En este ambiente de hogar transcurrieron los años de niñez del P. Quintín. Aprendió y heredó de sus padres, la tenacidad y constancia en el cumplimiento del deber. Una tarde, hacia el 20 de enero de 1921, cuando volvía de la escuela, atraído por un fuerte impulso de la gracia confiesa a su madre el deseo de ser sacerdote de Cristo. Ingresa al Seminario en el mes de Septiembre de 1921, recibe las ordenes menores el 20 de abril de 1930, el diaconado el 14 de Junio de 1931 y es ordenado Sacerdote en el Seminario de San Carlos en Zaragoza, el 8 de noviembre de 1931. Celebró su primera misa en su pueblo natal el 18 de noviembre de ese mismo año.

El día 6 de Febrero del año 1932, fue nombrado Coadjutor de Falces, Navarra dónde sus principales actividades con responsabilidad fueron: El catecismo y la Asociación de las Hijas de María. Como recuerdo y obsequio a su gran labor con la asociación de las Hijas de María, le regalaron un precioso y artístico “álbum” con las firmas de todas y cada una de las que formaban la “Asociación,” unas 334 jóvenes. El día 25 de Mayo de 1941, previo concurso a parroquias tomó posesión de la Parroquia de Milagro. Aquel pueblo se transformaba bajo el cayado de tan buen pastor. Don Quintín obtuvo de la gracia de Dios transformar un pueblo. Hizo de Milagro una parroquia ferviente, misionera, verdaderamente cristiana. Se entregó generosamente a la oración y penitencia por sus fieles. Recibió del Señor los grandes dones de espíritu de oración y el celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas.

La vocación sacerdotal fue un deseo largamente acariciado por el P. Quintín y que recorrió su Diario en diferentes ocasiones: "Jesús Omnipotente, hacedme sacerdote santo a costa de lo que sea” (Diario 11 de Junio de 1941). Fue alma de verdadero celo apostólico y amante del confesionario, estaba clavado cada día en el confesionario a disposición de sus fieles.

El 6 de agosto de 1947, recibió del Señor ante el sagrario de su amada parroquia, la inspiración de hacer una casa parroquial de ejercicios-misiones. El 30 de diciembre de 1947 vio en la oración una idea clara y precisa de cooperar a la solución del gran problema misional, ofreciendo todo al Señor por las misiones de infieles. Tomando como base y punto de partida el principio de que “la oración es el alma de todo apostolado, y por ende del apostolado misionero, el 19 de enero de 1948, se concretó el ofrecimiento por las misiones para cada días de la semana. Lo que constituiría más adelante la nota característica de las Esclavas Misioneras de Jesús: unas determinadas intenciones misionales para cada día de la semana, que abarquen los problemas de vanguardia y retaguardia relacionados con la evangelización misionera de la Iglesia. Durante muchos años oró para que el Señor se dignara concretar bien el fin específico de ésta obra, el Señor se lo hizo ver con claridad en el mes de agosto de 1948, dedicado todo él a la oración y al estudio de esta empresa. Consultó con frecuencia a la jerarquía eclesiástica y a sacerdotes especializados en misiones, como Don Joaquín María Goiburu; Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias en España, Secretario General de la Pontificia Unión Misional en Roma, y director espiritual de Don Quintín por muchos años. Obtuvo siempre un voto laudatorio por parte del clero que le infundía ánimo para seguir adelante en la empresa. En abril de 1952, se comenzaron las obras de edificación con sola la fe en la Divina Providencia, estando terminado el convento y oratorio y por terminar la casa de ejercicios espirituales. Mientras tanto un grupo de jóvenes se preparaban bajo la dirección de María Teresa Azpiroz fiel colaboradora del Padre Quintín, para la realización de este proyecto de cooperación misionera.

El 11 de Octubre de 1954, (solemnidad entonces de la Maternidad Divina de María) fecha memorable para el Instituto, celebra por primera vez, el santo sacrificio de la Misa en la nueva Capilla del convento, con asistencia de las cinco primeras vocaciones. Desde entonces las Esclavas Misioneras de Jesús tienen como patrona principal a la Virgen María, en su advocación de la Maternidad Divina, y como patronos de segundo orden a San Francisco Javier y Santa Teresa del Niño Jesús. En 1954 la Congregación fue erigida como “Pía Unión” y en 1963 como Congregación de Derecho diocesano por Mons. Enrique Delgado Gómez, Arzobispo de Pamplona. El 26 de Enero de 1963 llegó la aprobación de las Constituciones de Roma por la Congregación de Propaganda Fide para religiosas. Y tras una larga y profunda preparación emiten los votos perpetuos las cinco primeras hermanas el día 6 de Septiembre de 1967 en la Parroquia de Milagro en manos de Mons. Enrique Delgado Gómez.

En el año 1970 cesó de ser párroco y fue nombrado capellán de la Congregación misionera por él fundada, entregándose con dedicación a la formación de sus religiosas y a las que consagró todos sus desvelos en los últimos años.

Consciente de su elección sacerdotal, se sabía servidor de los demás, con el deseo constante de vivir unido a Dios por la oración y la penitencia, ofreciendo todo por la conversión de las almas y por las misiones. De ahí que su seguimiento de Jesús se sitúe en determinadas claves: Dar gloria a Dios, siendo sacerdote santo, vida de oración y austeridad, celo por las misiones y por todas las obras misioneras, devoción esmerada a la Santísima Virgen María. En este sentido hemos de destacar su constancia en dedicar el sábado a su amada Madre la Virgen María. Para honrar a Nuestra Señora practicó el ayuno todos los sábados y rezó todos los días los quince misterios del Rosario. Así perseveró hasta el fin de sus días.

El Señor lo llamó a la Casa del Padre el 13 de mayo (día de la Virgen de Fátima) de 1989. La fundación de las Esclavas Misioneras de Jesús es fruto y consecuencia de una labor parroquial desempeñada con verdadero afán de santidad y ardor por las almas.

BIBLI.: MARÍA TERESA AZPIROZ CASTELLNOU, Sacerdote según el corazón de Jesús, 1998, QUINTÍN HUARTE MUGUETA, diario personal, cuadernos 18-20 1941. QUINTÍN HUARTE, Actas de la fundación 1954. ROSA MARTÍNEZ-POLO, en revista de La Verdad 35 (1989) 7.